miércoles, 29 de febrero de 2012

EL CAVERNICOLITA



Hace algunos años, cuando estaba embarazada de Natalia; mi entonces esposo y yo fuimos a una fiesta de cumpleaños de alguno de los hijos de nuestros amigos de aquella época y, como pareja sin hijos, observábamos la "acción" de los niños desde una esquina un poco apartada. De pronto, Gary se volteó hacia mi y me dijo:"Ojalá y nuestro hijo sea niña" y yo "¿Por qué dices eso?" "Es que los hombres somos...como... mmmh... Cavernícolas... y desde chiquitos... Mira a estos chavitos... Cavernicolitas"

Giré mi rostro hacia donde su cabeza señalaba y me topé con dos mirruñas de escasos tres años a lo mucho, jugando francamente con lujo de violencia y fuerza excesiva. Uno se le aventaba al otro, se hacían llaves de lucha libre, Se golpeaban con los rollos del juego de obstáculos y uno hasta dejaba ir de más su pesada bota cuando la ocasión lo permitía para patear al otro "sin querer" Por supuesto, no me quedé como expectadora pasiva, sino que varias veces les advertí que se estaban golpeando demasiado fuerte y que podían latimarse. Pero como yo no era su mamá, ni la maestra ni ninguna figura de referencia de autoridad para ellos; siguieron con sus luchas hasta que la bota traicionera cobró patadón en el rostro del contrincante y el juego terminó en drama.

A lo largo de la vida he sido testigo una y otra vez de esta tendencia agresiva y sin límites que se da desde la temprana infancia entre los miembros del género masculino. Por lo tanto, recibir en mi hogar a Natalia fue una Bendición y una Gran Alegría pues además de que era una hermosa niña (obvio soy la mamá y la veo cual belleza máxima); jamás tendría que preocuparme porque las hormonas cavernicolitas corrieran por sus venas..

Y llegó mi segundo embarazo, en el cual yo estaba convencida que esperaba un niño... Y le decía a Gary "Ya nos mandaron a nuestro Cavernicolita para que no andemos de bocones, jejejeje" Sin embargo, la historia y la vida decidieron que mi hijo llegaría en una situación diferente a los niños normales y por tanto su desarrollo y su desempeño intelectual, motor y físico serían en otro contexto.

Mi dulcce Ángel... Mi hermoso niño... Todo él lleno de Amor y Ternura. Ser Bello por fuera y Bello por dentro que desplegaba su sonrisa y hacía que el corazón se me hinchara de amor y de paz. Verlo era lo mejor. Contemplar su rostro dulce, sus ojos llenos de inocencia y bondad; escuchar sus carcajadas ante un globo, unas burbujas o una caricatura eran el mejor regalo. Verlo mantener el equilibrio sentado; ver sus esfuerzos por moverse y llegar a su objetivo. Recorrer junto a él el camino hacia su recuperación, su fortaleza física, ayudarlo a comprender el lenguaje. Cantarle canciones, bailar con él, sesguir el ritmo, llevarlo a sus múltiples terapias y ver cómo, poco a poco, iba adquiriendo las capacidades para comunicarse,conseguir su objetivo yyyyyyyy... ser un cavernicolita.

Oooooooh Sííííííí... mi ángel lleno de amor y ternura, también es un arrojado Cavernicolita; que no pelea con otro Cavernicolita por la supremacía del territorio en la fiesta de cumpleaños; pero quien, se queda inmóvil ante un partido de Futbol, una Carrera de autos o una película de Acción... y si hay explociones, ¡¡¡Noooo Bueeeenoooo!!! Grita, se emociona, aplaude o se carcajea. Las escenas de Peleas entre los buenos y los malos, le pueden encantar.

Y no hablemos de explorar el mundo, porque no mide peligro. Él se lanza a la aventura de empujar un biombo de Cedro de dos metros de altura para ver cómo se tambalea; De aventar una pelota hacia arriba y ver hasta donde cáe, no importa si para ello hay que bajar veinte escalones en una explanada; Todo lo que se mueva y se tambaleé es "Súper Divertido" y más si está grandote. Y que sus altísimos padre, abuelo,tíos lo carguen y lo hagan girar por lo aires, no tienen comparación. Ir en su silla de ruedas "tátio, tátio, tátio (rápido, rápido, rápido)" Lo hace reir a carcajadas y llorar cuando se acaba... Actuar como kamikaze en la difícil misión de investigar el árbol de Navidad o las luces de colores alrededor del Nacimiento. Girar emocionado ante una canción alocada; "Correr" tras la pelota en un partido de futbol callejero en un parque o no medir el peligro saliéndose del salón de clases para explorar las instalaciones de la nueva escuela. Meterse entre los pies de los niños, jóvenes y adultos para pasar por el "Puente" y querer salirse a investigar el estacionamiento en una plaza comercial... Todas estas, actitudes de un Explorador, de un Arrojado y Valiente Hombre Investigador; todas actitudes de un sin miedo, de un valiente y viril... Cavernicolita.

Y yo, que antes decía que no quería un Cavernicolita, no paro de dar Gracias a Dios por el mío; porque a pesar de que se me sale el corazón cada que se le ocurre iniciar una aventura y me hace correr detrás de él mientras de mi boca sale un "¡¡Noooooo!!" desbocado y angustiado; sé que todo lo que él es y lo que él hace, es gracias a que hemos estado ahí y jamás hemos limitado su mundo, ni su autoestima, ni su corazón; y aunque el mundo quiera ponerle límites, él jamás se sentirá aludido porque él es todo un Cavernicola preparado para el mundo salvaje de afuera.

1 comentario:

  1. jajajaja estoy enamorada de tu cavernicolitaaaaaaaa jajajaja

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