Gabriel, el nombre del Arcángel susurrado en mi oído por él mismo para que ese fuera el nombre de mi pequeño. Ese Incansable guerrero que nación un 25 de Junio del 2007 y que no ha dejado de sorprenderme ningún día hasta hoy.
Mi pequeño que fuera desahusiado en el vientre y quien ahora, a casi seis años de su llegada a este mundo, sigue llenando de alegría y risas mi corazón y mi vida. Sigue con las dificultades propias de sus limitaciones motoras y físicas, pero su espíritu de explorador, de investigador, de servicio y el de pertenencia, no lo amedrentan ante la imposibilidad de correr tras una pelota o de no pararse en dos pies por sí mismo.
Mi Ángel me llena de Amor. También me asusta cuando en ese afán de llegar a la ventana a ver pasar el camión de la basura o cómo su abuelo sale de la cochera; resbala por los escalones de terrazo y se golpea en su cabecita contra la pared. O cuando abre la puerta de mi balcón y se sienta ahí por horas a ver pasar los autos, los camiones y las personas, de pronto acercándose de más a los huecos de la herrería. Y qué decir cuando quiere ser él el que abra o cierre una puerta, metiéndose a toda velocidad por entre las piernas de mi madre enferma o de mi hermano distraído.
Él quiere ser de ayuda; quiere llenar el bote de la ropa sucia y bajarlo por las escaleras; "estira" las sábanas cuando tiendo su cama o la mía; "guarda" su ropa en los cajones; me pasa las almohadas y cojines; "acomoda" la ropa limpia en el suelo para desocupar los cestos llenos; me pelea la cuchara para darse de comer a él mismo; se limpia las manos y la boca con su servilleta y "Limpia" la mesita donde come con la misma.
A mi madre le lleva la cuenta de sus ejercicios y le "echa porras" cuando ve el esfuerzo que hace para levantarse o subir las escaleras "Tú puedes Abuela" y por supuesto, no hay ser más feliz que él cuando llego a casa. Corre a recibirme por el ventanal mientras grita "¡Hola Mami! o "¡Natalia!" Cuando ve a su hermana.
Ya es capaz de llamarnos a gritos cuando quiere un plátano, pero obvio no lo alcanza; o cuando su preciado fruto cae al piso mientras lo pela con alegría y avidez...
Sí... es mi Ángel. El Hombre perfecto que llena mi vida de Amor, de Alegría y de mucho Aprendizaje... el que a lo largo de estos casi seis años, me ha enseñado a no tomarme la vida tan en serio; a reírme más; a disfrutar la belleza de una tarde de sol en el jardín escuchando música; a ser niña otra vez contemplando una fuente, unas burbujas o los autos pasar en la avenida.
Ese hermoso niño que se deja ajustar; tronar el empacho y poner las pinzas para controlar sus vómitos y malestares estomacales o las semillas o las tachuelas. Ese Ángel que es capaz de decirle "Adiós" con una sonrisa plena a su programa favorito a la mitad para irse a dormir; que reza antes de tomar sus alimentos y que no se duerme si no lo persigno y le doy su beso antes de acostarlo.
Ese Chicuelo que cuando ve un gerber de frutas grita "Mmmmh Poooosssteeeee" Todo emocionado o "Paaaaaataaaanooooo" Cuando ve la nueva penca en la canasta. Ese que ya descubrió´la maravilla de comer y que grita "¡¡¡Rico, Ricoooo!!!" Cuando tiene hambre y lo siento en su sillita desde donde puede ver la mesa servida.
Ese maravillosos ser que se come lo que le des, que es feliz con un plato de papaya y que se acerca a mí muy despacito mientras me como una paleta, me toca la pierna y con su mejor sonrisa y sus ojos brillantes me dice en su lenguaje mocho "¿Me das Poste?"
Maravilloso! que Angel tan grande tienes y que afortunada eres, se nota tu fortaleza y tu sensibilidad, Animo querida, a seguir!
ResponderEliminarGracias!!!
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